Se trata de Funes el memorioso, el hombre que no podía olvidar, recordaba todo, con prodigiosa exactitud, tenía una memoria infalible, "no solo recordaba cada hoja de cada árbol, de cada monte, sino cada una de las veces que la había percibido o imaginado." Podía reconstruir todos los sueños y también los entresueños. Reconstruir un día entero le demandaba otro día entero."Más recuerdos tengo yo que los que habrá tenido todos los hombres desde que el mundo es mundo. Mi memoria es como vaciadero de basuras."Pero Funes era incapaz de pensar porque "Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer".
La sociedad de la información, comparte algunas similitudes del abarrotado mundo de Funes, donde los contenidos que consumíamos hasta poco tiempo atrás, estaban avalados por una institución o por un editor -que le otorgaban cierta fiabilidad, aunque discutible y cuestionable también - y hoy son compartidos por un usuario desde su computadora. El rango de su valor puede ir de extraordinario a paupérrimo. Por ello, hoy leer se torna más difícil, paradójicamente en el preciso momento que la información goza de una disponibilidad y accesibilidad insospechada poco tiempo atrás. Actualmente, es esencial poder filtrar y seleccionar, "separar la paja del trigo" como indica el dicho popular, poder olvidar y dejar atrás lo que no tiene valor y encontrar la información valiosa, las perlas, como las llama Cassany.
¡Bravo! Estoy de acuerdo contigo. De ahí lo importante de la curación de contenidos y lo difícil que es saber qué es lo relevante. Creo que el futuro está en la especialización. Expertos en cazar la información pero en áreas tasadas y muy definidas. Ya veremos.
ResponderEliminarMuy bueno!!! Necesariamente, por física falta de tiempo, me ha tocado ser muy selectiva al leer los blogs de mis compañeros. Pero como resistirme a leer un post donde haces mención a tan bello cuento de ese gran escritor? Yo también en uno de los pocos que escribí hago alusión a otro cuento de el. La Biblioteca de Babel.
ResponderEliminarQué bonito post!, tierno, no conozco el cuento de Borges, me lo apunto para cuando acabe el curso (tengo ya un montón de cosas, todo lo dejo para después del curso...). La lectura del post me ha recordado una muy, muy, lejana clase, cuando el profe de literatura nos hablaba de "Cien años de soledad", no quería que acabara la clase, hubiera parado el tiempo para poder seguir escuchándole durante años??, fíjate, recuerdo aquella clase, a pesar de tener mala memoria. Quizás por eso me ha gustado tanto el post, ¿acaso tengo mala memoria porque pienso?, ¿se tiene mala memoria para que los recuerdos dejen sitio a los pensamientos?. Siempre hay que ver el lado positivo.
ResponderEliminarUn placer Jessica. Recibe un abrazo desde el otro lado del mundo. :-)
A igual que Mjose me siento alagado! Mi memoria es terriblemente selectiva, al punto que mas de una vez me juega en contra. Lo único que agregaría a la necesidad de olvidar para pensar, es la necesidad de recordar las cosas un poco distinto, el pasado se reescribe a cada momentos que lo recordamos, por que cuando pensamos también cambiamos nuestra forma de recordar!
ResponderEliminarHola Jessica,
ResponderEliminarSi te soy sincera creí que hablabas de Louis de Funes, un cómico Francés me acabas de descubrir un cuento de Borges. Muchas gracias!!.
Bueno yo "separaba la paja del trigo" porque a mi entender eran los blogs que más me aportaban o con los que más me identificaban y además porque no podía leer todo. Muchas gracias por tus posts
Eva